Marcelino Champagnat marca el nacimiento del Instituto marista con un carácter social y solidario ya que pensaba en los niños y jóvenes menos favorecidos, como destinatarios preferentes de nuestra misión.
Entendemos la solidaridad como una realidad vital que se asienta en el compromiso con uno mismo, con los demás y con la vida, como un valor que se traduce en un estilo de vida, y como una actitud que se educa. Consideramos el voluntariado como un cauce idóneo de canalización de la inquietud solidaria de las personas para lograr una sociedad más justa y humana.
Las obras sociales nacen de nuestro compromiso en la búsqueda constante de respuestas a las necesidades de los jóvenes de nuestro entorno. Para el desarrollo de nuestra misión social contamos con la colaboración de diferentes organizaciones: Fundación Montagne, Fundação Champagnat, Lar Marista de Ermesinde, ONGD SED.