El 11 de septiembre del 2023 fue una mezcla de sensaciones un tanto extrañas, empezaba un nuevo curso, como muchas otras veces, pero ésta era diferente. Empezaba en cuarto de la ESO, mi último curso en este
centro, el colegio al que llevo yendo desde que tenía 3 años. Fue mi último primer día en Maristas Tui, el comienzo del fin, a punto de cerrar una gran etapa de nuestras vidas, de mi vida, para empezar otra y ver qué nos depara el futuro. ¡Qué me deparará el futuro!
Empezamos el día como todos los demás, haciendo un breve amanecer y recordando que era un día único e irrepetible. Continuamos presentando a un compañero nuevo y recordando la ausencia de otros que habían estado con nosotros a lo largo de nuestro recorrido en este centro.
También hicimos algunas dinámicas de principio de curso para organizarnos y repasar un poco las normas de convivencia entre otras cosas. Después tuvimos la oportunidad de ponernos al día en el recreo. Me encantó tener ese ratito para hablar de nuestras cosas.
Luego volvimos a clase donde ya empezamos a entrar un poco en contacto con las materias y a recordar los criterios de calificación.
Al volver por la tarde, después de echar una carrera para no llegar tarde el primer día, nos encontramos con la sorpresa de que el profesorado nos había organizado unos juegos, para divertirnos un poco y finalizar el día.
Ese primer día ya ha pasado, y muchas veces pienso que cada vez me quedan menos días para que este curso termine. Este pensamiento puede parecer demasiado pesimista pero cuando lo tengo me doy cuenta de que me da mucha pena que mi paso por Maristas, esté a punto de acabar. El sitio al que llevo yendo todas las mañanas y muchísimas tardes desde que tengo memoria y que poco a poco se ha convertido en una parte de mi.
Es una experiencia que todavía no ha terminado, estoy en la recta final, tan solo me quedan 9 meses,
que quiero aprovechar y vivir al máximo; y que por supuesto sé que recordaré con mucho cariño.
Estás en casa, no sólo es el lema de este curso, es mi sensación desde siempre.
Yanira Pomar Ledo